Trabajo realizado por Doulas Natal, Abril 2017.
Autoras: Patricia Ballario, Daniela Martinez y Laura Nardi.
Centro Laríngeo
Introducción
Sistema de Chakras
El cuerpo humano cuenta a nivel energético con un Sistema integrado por siete chakras principales. Dentro de la arquitectura del ser humano, encontramos SIETE joyas que ruedan en color. Estos son los chakras, los centros sagrados de transformación, que nos conducen por el camino de la sanación y el despertar a la consciencia. La palabra Chakra significa “rueda” o “disco”. Estos discos radiantes se encuentran conectados a lo largo del cordón del alma, el núcleo vertical que se extiende desde la base de la columna hasta el extremo de la cabeza.
La arquitectura de estos centros energéticos puede ser vista como un patrón ascendente, donde queda representada la escalera de la liberación, donde siguiendo la ruta ascendente de energía nos liberamos de los patrones limitantes, y nos movemos hacia una mayor libertad personal. Mientras que cuando es visto de forma descendente los chakras representan un mapa de manifestación, haciendo posible que manifestemos nuestras ideas en el mundo material.
Para la gran mayoría de la humanidad este sistema provee una plantilla de transformación, un modelo para la evolución hacia una consciencia más elevada.
India es el lugar de “nacimiento” del sistema de chakras, y más específicamente a través de la tradición del yoga aunque no se puede especificar exactamente cuando fue su nacimiento debido a que se comenzó enseñando de forma oral.
El sistema de chakras es una fórmula que nos guía para hacer lo que es necesario para mantener la unidad, la INTEGRIDAD, pero aún más importante para lograr manifestar nuestro mayor potencial, en ser quienes somos.
Para lograr esto, los chakras funcionan como cámaras o habitáculos en el templo del cuerpo. Reciben energía, la procesan o asimilan y luego la expresan. Por lo tanto una definición más acabada de Chakra sería “un centro de organización para la recepción, asimilación y expresión de la energía de fuerza vital”.
Por lo expuesto podemos decir que un Chakra es un punto de intersección donde se encuentran la mente y el cuerpo, y funcionan como puertas de acceso entre diferentes dimensiones – la emocional, el cuerpo físico, etc.
Desde el punto de vista metafísico, los chakras en su actividad giratoria aspiran o repelen energía, y todo lo que coincida con el nivel vibratorio del Chakra va a ser atraído y retransmitido. Por lo que podemos sostener que cada vórtice está constituido por un patrón simbólico energético que tiene nuestra programación tanto mental como física.
Cuando experimentamos algo en el plano concreto de nuestra experiencia, esto nos informa acerca de nuestra propia programación y nos invita a trabajar con nuestros chakras a fin de poder descartar programas obsoletos, disfuncionales o negativos.
Cuando no podemos salir de patrones, acciones y creencias determinantes, de manera negativa para nuestra expresión, es cuando se produce un bloqueo en un determinado Chakra pudiendo manifestarse en forma de escasez o hiperactividad, haciéndonos sentir aprisionados en un determinado nivel y quedamos como bloqueados, transformándose esto en nuestra forma habitual de relacionarnos con el mundo. Y el bloqueo o sentimiento de aprisionamiento no es otra cosa que una invitación a mirar qué nos está diciendo el Chakra involucrado.