Trabajo realizado por Doulas Natal, Agosto 2017
Autoras: Macarena Craien, Evelyn Hereñu y Marcela Mariangeli.
El centro bajo, o Muladhara, está situado en la base de la columna vertebral, donde nacen los canales energéticos, entre el ano y los genitales. Incluye la estructura esquelética, el sacro-coxis. Los músculos que le pertenecen son los glúteos y los de la parte posterior de muslos y piernas. La planta de los pies, en especial el talón y apoyo externo. Su órgano sensorial es la nariz y su órgano de acción, los pies.
En cuanto a sus características energéticas, el Centro Bajo tiene a su cargo “la fuerza”, el impulso vital y es el motor que vitaliza a todo el cuerpo. En él reside la energía primaria, “Kundalini”, representada con una serpiente enroscada en la base de la columna, que simboliza la energía de la materia. La ascensión de “Kundalini” significa que la energía primaria elaborada por el organismo es impulsada hacia arriba, hacia los otros centros. La llegada de esa energía a la cúspide de la cabeza simboliza el despertar de la vida espiritual, sólo posible a través del desarrollo y crecimiento armónico de todos los aspectos del hombre, de todos los centros.
El centro bajo es el canal que vincula el ser humano a la Tierra. En el aspecto psicológico, un centro bajo energizado y alineado es una expresión de autoafirmación y de confianza en uno mismo. Al trabajar un buen apoyo sobre los pies y un movimiento rítmico, recuperamos el contacto con la tierra, y así sentimos la fuerza, confianza y la capacidad para enfrentar la vida. Obtenemos más resistencia física y respiratoria. Nos proporciona menos cansancio, miedo e inseguridad. Se desarrolla una inteligencia orgánica capaz de escuchar las necesidades de nuestro cuerpo físico; nos preparamos para sobrevivir, luchar y defendernos.
Al encontrarnos con una embarazada con un centro bajo poco desarrollado o subactivado, podríamos notar que se manifiesta tímida e insegura y con baja energía. Se trataría de una persona con miedo al cambio, dubitativa, y con gran lentitud en las decisiones que la saquen de lo usual. Si bien la planificación, proyección y orden de nuevos hábitos son reguladas por los chakras superiores, las acciones finales que los sostienen son función del chakra raíz, lo que podría manifestarse como la creación de numerosas actividades que no se terminan concretando. Todo esto genera a su vez una gran sensación de frustración e irritabilidad.
Ya que dicho centro proporciona y regula la energía a los demás, si no posee un correcto funcionamiento, la mayor parte de la vitalidad física queda bloqueada y la persona no produce una fuerte impresión en el plano físico. Notaríamos en ella baja energía, y a su vez podría aquejar dolores lumbares, de columna o espalda, así como lesiones o heridas en sus rodillas o articulaciones inferiores.
En lo que respecta a las manifestaciones corporales, podríamos observar ciertos movimientos desequilibrados, ocasionados por piernas débiles y faltas de estabilidad. Además, basándonos en la división “arriba/ abajo”, sus piernas podrían ser notoriamente más flacas que su torso superior y podría tener problemas en la pisada y el apoyo de sus pies, como por ejemplo pie plano. Esto señala una gran dificultad para el autosostén y para “cambiar de lugar”.
El centro bajo regula el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, encargadas de la síntesis de corticosteroides (principalmente cortisol) y catecolaminas (en especial adrenalina). El cortisol, entre otras funciones importantes, es una de las hormonas responsables de regular las respuestas al estrés, por lo cual una deficiencia en su producción podría ocasionar una embarazada con constante sensación de “desborde”. Del mismo modo, una secreción desregulada podría manifestarse como cambios de humor recurrentes, problemas de peso, problemas con el sueño, sistema inmunitario debilitado, entre otros.
Un funcionamiento armónico e integrado del chakra raíz, lleva a la embarazada a experimentar una hermosa sensación de paz interior al encontrarse conectada con la tierra y los ciclos vitales de la vida. Cuando la fuerza vital está en pleno funcionamiento a través de los chakras inferiores, en combinación con un poderoso flujo que desciende por las piernas, con éste llega una afirmación clara y directa de la potencia física. Esta afirmación de la potencia física, combinada con la voluntad de vivir, da a la embarazada una «presencia» de poder y vitalidad. Declara estar aquí ahora» y tiene los pies bien afirmados sobre la realidad física.
Frecuentemente es posible que transmita una enorme cantidad de energía a quienes le rodean y recargue sus propios sistemas energéticos. Sus acciones son concretadas mediante el deseo de participar activamente en la configuración de la vida propia, en consonancia con la fuerza generadora y creadora de la tierra.
Emocionalmente, la embarazada que se apoya en este centro se siente fuerte, segura y responsable consigo misma y su bebé, manifestando un gran compromiso en todos los procesos orgánicos y los cuidados que sean necesarios. A su vez, posee un gran sentido de autosuficiencia, que puede derivar de la extinción o sublimación de la mente negativa, lo que le aporta numerosos beneficios. Una de sus mayores fortalezas es sentirse conectada con sus intereses, necesidades, emociones, y predominantemente con su bebé.
Cuando existe una disfunción del chakra Muladhara, el pensamiento y la acción giran en torno a la posesión y acumulación de bienes materiales, en base a la sensación de “seguridad” que ellos otorgan. A su vez, se acentúa el interés por los estímulos y placeres sensoriales, como la “buena comida”, las bebidas alcohólicas, el sexo, etc. Normalmente, el actuar está predominantemente dirigido a la satisfacción sólo de las propias necesidades, y se pasan por alto las necesidades de los demás, así como las propias en lo que respecta a los cuidados alimenticios, reposo suficiente y una vida más equilibrada. Estos desbalances pueden producir grandes problemas para la madre y su bebé.
En casos más extremos, puede que la embarazada se aferre fuertemente a determinadas ideas y ambiciones de las que no pueda desprenderse con facilidad. Cuando esas fijaciones son desafiadas por las circunstancias o por otras personas, se podría llegar a un gran estado de irritabilidad. La ira y el enojo son mecanismos de defensa que pueden ser tramitados a la hora de carecer de confianza en sí misma.
Con un centro bajo bloqueado o cerrado, la constitución corporal de la embarazada es bastante débil, posee de poca capacidad de resistencia física y anímica. Se siente llena de preocupaciones e insegura, y le resulta difícil “arreglárselas” en los desafíos emocionales del embarazo. Todas estas sensaciones le impiden sentirse completa y seguir desarrollándose, ya que se siente “enfrentada” a los problemas y persiste en el lugar de la queja, en lugar de tomar acción.
Por todas estas cuestiones, en el acompañamiento de una embarazada con estas características, uno de los temas más importantes para abordar son los cuidados para sí misma y su bebé. Se debería hacer hincapié en el impacto de la alimentación y nutrición durante la gestación del niño, por ejemplo, los tipos de alimentos, sus proporciones sugeridas en cada etapa del embarazo, y sus funciones; la importancia de la actividad física y el descanso, etc.